Cuando se utilizan en alimentos completos para mascotas, las proteínas y los lípidos (grasas) de los insectos pueden contribuir a la obtención de alimentos nutritivos y sabrosos que, además, pueden ser ambientalmente sostenibles, de acuerdo con información de la Federación Europea de la Industria de Alimentos para Animales de Compañía (Fediaf, por sus siglas en inglés). Si bien existe una amplia gama de productos para animales de compañía entre los que elegir, aquellos que contienen ingredientes a base de insectos ayudan a ampliar la variedad de oferta no tradicional.

La Fediaf da a conocer que en la actualidad, hay siete especies de insectos cuyo uso en alimentos para mascotas está autorizado en la Unión Europea. Las tres especies de insectos de cría más frecuentes que se utilizan en alimentos para mascotas son: la mosca soldado negra (BSF larvae, Hermetia illucens); los gusanos de la harina amarillos (Tenebrio molitor) y los grillos domésticos (Acheta domesticus). 

¿QUÉ TIENEN DE ESPECIAL LOS INSECTOS?

Estos animales pueden consumir subproductos y alimentos que sobran para las necesidades humanas y transformarlos de manera eficiente en proteínas de calidad y producir subproductos valiosos como quitina y aceite de insectos. Este reprocesamiento biológico de subproductos es el concepto clave que sustenta el uso de proteínas de insectos en alimentos para mascotas. Además, los excrementos de los insectos pueden usarse como fertilizante natural.

Los insectos se utilizan principalmente para preparar harinas ricas en proteínas (por ejemplo, 55 % de proteínas con una digestibilidad media del 80 %) y grasas, o para preparar puré que se almacena congelado. Existen alternativas de insectos enteros secos, pero se destinan principalmente al mercado de aves y pescado.

Las larvas de la mosca soldado negra, por ejemplo, son ricas en proteínas y tienen un claro potencial en la nutrición animal. Además, los insectos pueden tener una alta concentración de grasas, minerales y vitaminas, dependiendo de la alimentación que reciban y de su estado larvario en el momento de la cosecha.

SABOR AGRADABLE

Estudios recogidos por la Fediaf muestran que los gatos y los perros pueden tener gustos diferentes en lo que respecta a los insectos, y que el tipo de insecto y la cantidad incluida pueden afectar la aceptabilidad del alimento. Los informes de pruebas de las empresas de alimentos para mascotas mostraron que los perros pueden preferir los alimentos secos con harina de larvas de mosca soldado negra en lugar de aquellos con harina de gusano de la harina amarillo (YMW), mientras que los gatos pueden preferir el alimento a base de YMW en lugar de los alimentos con harina de larvas de mosca soldado negra.

Una ventaja es que los insectos requieren muchos menos recursos que el ganado tradicional. Los estudios de evaluación del ciclo de vida indican que las proteínas de insectos pueden tener un menor impacto ambiental (por ejemplo, menor uso de la tierra y del agua, menor emisión de equivalentes de CO2) que las proteínas animales de rumiantes, cerdos y aves de corral cuando se producen utilizando energía renovable y se alimentan con subproductos agrícolas. Estos impactos ambientales pueden disminuir aun más a medida que las instalaciones de producción aumenten su escala y su capacidad en los próximos años.