PRÓLOGO

Estimados colegas: La última memoria publicada data de 2014; por lo tanto se dificultan las comparaciones para evaluar la evolución de ciertos parámetros. Por ello debimos recurrir a la información existente con destino a estadísticas. Ello nos permitió contar con elementos que brindaron al panorama de nuestra realidad ya que, en esta gestión, consideramos que es fundamental difundir las acciones de este Consejo Profesional.
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Somos conscientes que es uno de los puntos a mejorar es la comunicación tanto con el colega como con la comunidad.

La revista “Síntesis de Noticias Veterinarias” se dejó de publicar en el 2015, por lo que estamos tratando de reactivarla, de forma digital y durante el próximo año. Con respecto a la página Web, luego de muchos cabildeos, hemos logrado algunos avances en los últimos meses de 2018.

Este año se han implementado dos campañas, la primera sobre Rabia y la segunda sobre Tenencia Responsable, que nos ha permitido una mayor presencia con los colegas y a través de ellos a la comunidad en su conjunto.

También las Comisiones Auxiliares de Alimentos, Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales y Zoonosis, han llevado a cabo jornadas de actualización sobre temas de gran interés para la profesión.

En 2014 compramos la actual Sede, y durante el 2018 como hecho transcendental se adquirió la propiedad lindante, para poder contar en poco tiempo con todas las comodidades necesarias a fin de brindar un mejor servicio y cristalizar la tan ansiada “Casa del Veterinario”.

La Memoria es el documento que sintetiza una gestión, que juntamente con el Balance son constancias fundacionales de toda conducción transparente.

Si bien la función esencial del Consejo es regular la matrícula y el ejercicio profesional, la Institución está abocada a brindar mayor cantidad de servicios, así como promover la actualización del conocimiento de las Ciencias Veterinarias de los colegas y todo aquello que hace a su formación integral como persona y como profesional universitario.

Hemos puesto nuevamente en marcha las auditorias de establecimientos veterinarios, “pet shop” y afines, para garantizar la presencia de colegas cuando la normativa así lo determine, como tener un contacto y una presencia directa con los matriculados.

Es importante remarcar ante los colegas, que el Consejo no tiene poder de policía sobre personas no veterinarias o actividades afines, pero si es un instrumento a través de nuestras Auditorias Veterinarias que se traducen en denuncias ante irregularidades, para que tanto SENASA como la Agencia de Control Gubernamental (GCABA) apliquen la normativa, principalmente en “pet shops” que venden zooterápicos sin contar con el Responsable Técnico Veterinario, como así también cuando se realizan castraciones comunitarias en lugares no habilitados y por “cirujanos” no identificados.

Otros hechos relevantes fueron los eventos de juras de 142 nuevos matriculados, dándole una gran trascendencia a dicho acto, donde además de las autoridades, han participaron los familiares, quienes indudablemente, estimularon el logro obtenido al finalizar la carrera elegida.

El concepto es hacer hincapié en todo lo relacionado a la ética, las funciones del Consejo, como el gran abanico de nuestras incumbencias, remarcando nuestra función como agentes primarios de la salud, sin olvidar la injerencia de nuestra profesión en la esfera social.

También nuestra Sede fue el escenario, además de la fiesta del Día del Veterinario, de la celebración del 67º aniversario de la creación del Consejo, y del homenaje que rendimos a las instituciones y colegas que participaron en la creación de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (1972).

Con relación a administración del Consejo, hemos realizado una reestructuración del personal en el mes de Junio eliminando las gerencias y relevando a quienes prestaban diferentes servicios. Hemos incorporado nuevos profesionales en las Áreas contables y jurídicas, con el objetivo de lograr eficiencia y un mejor servicio para nuestros matriculados.

Son tiempos difíciles los que nos tocan vivir, no solo desde lo económico sino para la profesión veterinaria en particular. Es fundamental que el Consejo implemente acciones para garantizar que se respeten nuestras incumbencias tanto en el ámbito privado como el estatal.

Los matriculados deben tener presente que los Consejeros no reciben retribución económica alguna por el ejercicio de sus funciones y cada vez resulta más difícil dedicar tiempo a actividades no lucrativas; de allí la necesidad que la comunidad veterinaria, lo tenga en cuenta cuando se refiere al accionar de los mismos. Eso no debe atemperar las críticas pero si el tono y el sentido con que se formulan. Es fundamental la participación de los colegas en las Comisiones, para canalizar sus inquietudes y propuestas, convirtiéndolas en trabajo y compromiso.

De todos depende que nuestra actividad cuente con el prestigio y la rentabilidad que le corresponde, sin nunca olvidar porque abrazamos nuestra amada profesión, teniendo a la ética como reaseguro de nuestra dignidad.