El Consejo Profesional de Médicos Veterinarios,
Más que una Ley, un Compromiso Humano.
Hoy celebramos un nuevo aniversario de nuestra creación, establecido por la Ley Nacional 14.072.
Sin lugar a dudas, esta ley sirvió para crear los cimientos y la guía de una institución que regule el ejercicio de la medicina veterinaria, pero la verdadera esencia y el toque humano residen en quienes, gestión tras gestión, le dan vida.
El Consejo Profesional es una estructura legal, es cierto. No obstante, la importancia del trabajo que realiza está en las personas que lo componen. Cada dos años, un grupo de colegas asume la función de Consejero, y es crucial recordar que no solo son directivos: son veterinarios, como ustedes. Viven y sienten las mismas problemáticas, desafíos y alegrías de la profesión que cualquier otro matriculado.
A su vez, su labor es completamente Ad Honorem. Es decir, todo su trabajo, tiempo, esfuerzo y sacrificio para con este Consejo Profesional NO es remunerado. Están aquí por una profunda pasión por la Veterinaria y un fervor genuino por transformar nuestra profesión para bien. Por eso, podemos decir que entendemos a la perfección los vaivenes del día a día, los puntos débiles de nuestra actividad y las frustraciones que a veces nos hacen llegar. Estamos trabajando en ello.
Somos conscientes de que el camino de la mejora es largo y arduo: implica proponer reuniones con organismos, impulsar proyectos de ley y trasladar reclamos para optimizar nuestras condiciones de trabajo. Es un esfuerzo constante donde los consensos no son fáciles y, muchas veces, los cambios deseados se ven limitados por normativas que nos exceden, por más que nuestra intención haya sido buena y nuestro deseo por ayudar sea inmenso.
Desde 1951 hasta hoy, 23 gestiones han aportado su grano de arena para construir este castillo. Es un proceso que continúa y que sabemos que aún tiene un largo trecho por delante.
En este último tiempo, hemos notado tanto el aumento de reclamos como de agradecimientos. Esta dualidad nos dice algo fundamental: nos escuchan y trabajamos. Cada reclamo, propuesta y sugerencia la analizamos y la hacemos propia para ver qué y cómo podemos responder a esa demanda. Lo logramos cuando nuestras facultades lo permiten y, con frustración, a veces no podemos por limitaciones legales y reglamentarias que nos trascienden.
Somos conscientes también de los disgustos y resquemores históricos para con este Consejo. Por eso, queremos ser enfáticos: nuestro organismo siempre estará abierto a escuchar al matriculado. Las sugerencias, propuestas y solicitudes son bienvenidas, siempre y cuando se realicen dentro del ámbito del respeto, la cordialidad y la genuina intención de mejora. La crítica por mera crítica, sin un espíritu constructivo, solo fomenta el malestar y no nos ayuda a crecer.
En este nuevo aniversario, nuestro mayor deseo es que cada uno de nuestros matriculados sepa que somos un espacio abierto, dispuesto al diálogo y a la participación en este camino de mejora continua de nuestra querida profesión.
Consejo Profesional de Médicos Veterinarios.

